- ¿Dígame?
M- ¿Hola? ¿Buenas noches?
- Dígame
M- ¿Está […]?
- ¿Quién es usted?
M- ¿Es usted misma?
- No, ¿quién es usted?
M- A ver, yo llamo yo llamo de un proyecto, le mandamos una carta certificada hace cuatro semanas donde había una letra de pan.
- ¿De quién?
M- Le mandamos una carta certificada del ayuntamiento hace cuatro semanas.
- ¿De qué?
M- Donde le invitábamos a participar en un proyecto que se llama El Poder de la Convocatoria.
- Aquí no recibimos nada.
M- ¿Aquí no recibieron nada?
- No, no, no. Aquí no recibimos nada.
M- ¿Es usted señora Lahuerta?
- No, no, no está, ahora. En estos momentos no está ella, no está.
M- Es que me consta que sí lo recibieron.
- No, pues aquí no se ha recibido nada.
M- De acuerdo, gracias. Adiós.
- Ale adiós
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